En el mes de octubre de 2014 la red social con más usuarios activos en la actualidad anunciaba la adquisición de la aplicación de mensajería Whatsapp y no era de extrañar ya que la aplicación contaba en ese entonces con más de 600 millones de usuarios.
La adquisición de la compañía se realizó por 21.800 millones de dólares, casi 3.000 por encima de la cifra que se anunciaba ocho meses antes ya que, más de la mitad del dinero se pagó en acciones de Facebook y cuando la red social adquirió Whatsapp, Facebook fue revalorizada en el mercado electrónico Nasdaq un 42%.
En la actualidad, Facebook cuenta con más de 1.590 millones de usuarios activos (la red social considera usuario activo a aquellos que acceden a su cuenta al menos una vez cada 30 días), donde, 1.440 millones de usuarios se conectan desde el móvil por eso, no era de extrañar que, tras adquirir Whatsapp, Facebook intentaría llevar a cabo alguna estrategia que uniera a la red social con la aplicación de mensajería instantánea, hecho que se llevó a cabo hace dos meses cuando el 25 de agosto, Whatsapp comunicaba a través de un mensaje su intención de compartir datos con Facebook y donde daban la posibilidad a sus usuarios de poder declinar esta opción durante los 30 días siguientes, una acción que en la actualidad ya no es posible y que obliga a aquellas personas que postergaron la aprobación de los nuevos términos de uso a aceptarlos si no quieren quedarse sin el servicio que ofrece Whatsapp.
Con la sincronización de Facebook y Whatsapp, ambas empezarían a compartir información que les permitiría coordinarse mejor y según afirman, mejorarían la experiencia entre los servicios que ofrecen pero, esta sincronización no está sentando nada bien tanto en los usuarios como en las Agencias de Protección de Datos ya que, hace unas semanas, la Comisión para la Protección de Datos y Libertad de la Información de Hamburgo prohibió la sincronización de los datos de los usuarios mediante orden administrativa y hace tan sólo unos días, la Agencia Española de Protección de Datos inició actuaciones de investigación donde examinarán si las comunicaciones de datos personales realizadas entre Whatsapp y Facebook y los tratamientos que dicha comunicación genera, respetan la legislación española de protección de datos.
Por su parte, desde la red social han destacado que ellos cumplen con el reglamento europeo de protección de datos y afirman que “colaboraremos con la AEPD en su esfuerzo por responder a sus preguntas y resolver cualquier problema”.
En la web de la AEPD, la Agencia afirma que “Esta actuación de la Agencia española está en línea y se coordinará con iniciativas similares de Autoridades de Protección de Datos como Alemania, Italia o Reino Unido, si bien cada una actúa ejerciendo las potestades que le confieren sus respectivos ordenamientos nacionales”.